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lunes, 14 de abril de 2014

MAS DE ESTE GRAN MOVIMIENTO

Slow Food  relacionadas con proyectos agro-gastronómicos. Desde EsDeRaíz compartimos la filosofía de Slow Food y por ello os ofrecemos una entrevista con Juan Bureo Presidente del Convivium Carpe Diem de Slow Food Madrid. Slow Food es una asociación ecogastronómica sin ánimo de lucro financiada por sus miembros. Se fundó en 1989 para contrarrestar la fast food y la fast life, impedir la desaparición de las tradiciones gastronómicas locales y combatir la falta de interés general por la nutrición, por los orígenes, los sabores y las consecuencias de nuestras elecciones alimentarias. Hoy, con más de 100.000 miembros en todo el mundo, fomenta una nueva lógica de producción alimentaria, desarrollando programas de educación alimentaria y actuando a favor de la biodiversidad. Juan, nos podrías explicar de manera concisa ¿qué es Slow Food? y ¿Cuáles son sus objetivos y principios? Slow Food se sitúa en el cruce de caminos de la ecología y la gastronomía, de la ética y el placer. Se opone a la estandarización del gusto y la cultura, al poder ilimitado de las grandes corporaciones de la industria alimentaria y a la agricultura intensiva. Slow Food considera que todo el mundo tiene derecho al placer que proporciona una buena comida y, consecuentemente, somos responsables de proteger el conocimiento y el patrimonio cultural que hacen posible ese placer. Podríamos resumir a Slow Food en tres palabras: Bueno, limpio y justo Bueno: Que lo que comemos sea sabroso y nos proporcione placer Limpio: Que no dañe el medio ambiente ni nuestra salud Justo: Que los que lo producen sean justamente tratados y remunerados. ¿Quién puede pertenecer a Slow Food y cuáles son los requisitos a cumplir? Puede pertenecer cualquier persona física (no existe la asociación para empresas), y los únicos requisitos son el pago de una cuota anual de 50 euros (hay una asociación familiar de 65 euros) para dos personas, o de 25 euros en caso de ser menor de 30 años. Centrándonos en Slow Food Madrid, ¿Cuáles son las actividades que venís realizando? En Madrid combinamos los trabajos de descubrimiento y contactos, con productores de alimentos a fin de darlos a conocer lo más ampliamente posible; de apoyo a mercados de abastos (pertenecemos a la Plataforma de Defensa de los Mercados de Abastos), tratando de revitalizarlos mediante actividades educativas dirigidas a los consumidores; y algunas otras actividades gastronómicas, siempre con alimentos locales, puramente lúdicas. (pueden consultar en la página web la relación de actividades). ¿Qué es la sostenibilidad aplicada a la alimentación? Un alimento es limpio en la medida en que sea sostenible desde el punto de vista ecológico, y para ello hay que valorar todas las consecuencias de su producción y transformación en el medioambiente. Ver, por ejemplo, si las variedades utilizadas no se encuentran entre las de fuerte sello comercial, que reducen la biodiversidad; si las técnicas de cultivo o cría no empobrecen el suelo; si los trasportes que ha soportado el producto son demasiado largos o se han realizado en medios con altas tasas de emisión de gases… ¿Cuál es tu opinión sobre la denominada agricultura ecológica? A la hora de designar un alimento bueno, limpio y justo, damos una gran valor a aquellos obtenidos por métodos ecológicos. No obstante, creemos que siempre hay que tener en cuenta la calidad (que el alimento sea bueno, que sepa bien), la biodiversidad (no creemos que el asunto sea obtener manzanas, por ejemplo, muy ecológicas pero de una variedad absolutamente comercial en detrimento de algunas variedades locales despreciadas o desaparecidas), la limpieza (algunos alimentos ecológicos recorren miles de kilómetros para llegar a mercados muy lejanos), o la equidad (en algunos países existen grandes mercados de productos ecológicos obtenidos a base de mano de obra semiesclava). ¿Cuál es la postura de Slow Food respecto a los transgénicos? La postura de Slow Food es de rechazo absoluto. ¿Cuáles son las claves para el futuro de la agricultura y la alimentación? La clave sería la vuelta, en la medida de lo posible, al consumo local. Recuperación de biodiversidad alimentaria; Apoyo, económico y científico, a los agricultores locales de pequeña escala; implementación de condiciones para que los jóvenes puedan hallar en la agricultura un digno medio de vida. Mejor organización de la producción, de la calidad de los productos agrícolas y de la sostenibilidad. Bajo tu punto de vista, en nuestro país, ¿conocemos nuestros productos agroalimentarios?, ¿nos alimentamos bien? Creo que conocemos bastante bien lo que queda, pero que hemos perdido mucha biodiversidad (alimentos locales que desaparecen arrollados por productos muy comerciales). Nos hemos alimentado bien, pero, desafortunadamente, hay una gran tendencia a los alimentos precocinados, procesados, de mala calidad, pero muy baratos, que, paradójicamente, hacen que muchas personas consuman mucha cantidad de productos cada vez más nocivos.